domingo
Universum: Del antiguo sueño de vencer la gravedad
Interventores de la Fotografia
miércoles
Entre la Realidad del Cuento
La narración siempre estará signada bajo acontecimientos reales o fantásticos, hechos históricos que podrían estar conectados indudablemente a mitos y leyendas ; cuentos expresados de forma oral, visual o escrita vinculados ciertamente por simbologías que asumen su interpretación.
Contar una historia en imágenes es el resumen de una poderosa síntesis que no pretende ser una lección magistral desde la experiencia adulta, su carácter se encuentra en términos de igualdad, en la que aparece sin inconvenientes de pequeños a mayores.
Este objetivo se muestra para los artista aquí reunidos como un puente en el cual el tránsito de imágenes se desea intuitivo, nostálgico e imaginativo, afirmado por interpretaciones que finalmente enriquecen las historias suscritas y su particular discurso.
En ello vemos como Enrique Polanco nos transporta al Barranco de finales de los años veinte, bajo la premisa y lirismo de la Casa de Cartón, en la cual habita un sutil pero sistemático rechazo del narrador hacia la experiencia de la modernidad, con Castilla- Bambaren la historia es otra ,con sus ominosos personajes de cuentos apócrifos , en que la ficción de infantes va mas allá de la edad; Flavia Meléndez hace lo propio presentándonos aquel universo de personificaciones femeninas, Joseph de Utia nos hace con sus cuentos de hadas un señalamiento signado por la gran pantalla, Michelle Llona quien en esta ocasión nos propone una cenicienta moderna provista de subconsciente deseo ,Jaime Higa nos trae a la Caperuza de Perrault bajo su estilo lúdico y Pop ,Carolina Cardich desde la fotografía nos introduce en un cuento de Cortázar, por el cual se enuncia la evocación de gotas al caer, y finalmente Lucia Fernández que con sus dibujos a tinta de constitución binaria nos acerca a historias Bonaerenses.
Todos ellos realizan un itinerario de imágenes que conforman el trayecto hacia aquella temporalidad, modelada en percepciones y conceptos por los cuales se avizora la inquietud de la edad temprana junto con la moderna, combinando atmosferas psicológicas con características físicas en un momento en que las sociedades han ido olvidando el elemento mágico y misterioso que existe en la realidad.
©Pablo Villaizán
Lima, Marzo del 2012
Las Sociedades Primitivas
El género o rol sexual está definido socialmente.[ ] Nuestra comprensión de lo que significa ser una mujer o un hombre evoluciona durante el curso de la vida; no hemos nacido sabiendo lo que se espera de nuestro sexo: lo hemos aprendido en nuestra familia y en nuestra comunidad a través de generaciones. Por tanto, esos significados variarán de acuerdo con la cultura, la comunidad, la familia, las relaciones interpersonales y las relaciones grupales y normativas, y con cada generación y en el curso del tiempo.
Las desigualdades entre los géneros están muy arraigadas en las sociedades, las reivindicaciones en torno a la igualdad de género se van arrastrando históricamente como una asignatura pendiente que ha ido trayendo el proceso inacabado de la modernidad.
A tales extremos se erige el fundamento y la necesidad de contribuir con la igualdad de sexos, en el cual pueda desarrollarse un camino y una continuidad, traducida en la formulación de políticas y compromisos elementales que se adhieran a las sociedades civiles, eliminando el efecto enraizado de todas las forma de discriminación contra la Mujer.
Esto visto desde una óptica global en la cual el empoderamiento político y económico sea el referente de las mujeres, tanto de países latinos e iberoamericanos como la de mujeres en países árabes.
La lucha se gesta por conseguir un cambio institucional, jurídico y cultural en el cual se cuente por igual con ambos sexos para los círculos decisorios en estamentos públicos y privados, que engranen fehacientemente la apuesta intelectual e imaginativa a favor de un contexto complejo de diferencias reconocidas y mínimos universales contrapuestos.
En el marco de la campaña Únete, que lanzo el secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki Moon para poner fin a la violencia contra la mujer y cuyo objetivo es generar una mayor conciencia pública para incrementar la voluntad política hacia estos temas, es que se presenta esta exposición, que es sin lugar a duda una respuesta decisiva y esencial, formulada en imágenes para la adhesión de responsabilidades y la construcción de una nueva realidad.
Los artistas aquí reunidos evidencian la preocupación para erradicar todo tipo de violencia contra la mujer y concertar así un diálogo que produzca en el espectador un agente catalizador que lo incorpore a las perspectivas que aquí se inscriben, mientras más y definitivamente nos alejemos de antiguas estructuras como la que expuso en su momento Lewis Henry Morgan*, fundador de la antropología moderna, más nos alejaremos de aquella idea de sociedad primitiva que mal hemos erigido y nos ha llevado nueva e infructuosamente por un camino de deshumanización.
©Pablo Villaizán
Lima, Noviembre del 2011
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*Lewis Henry Morgan (21 de noviembre de 1818 – 17 de diciembre de 1881) abogado, antropólogo, etnólogo y escritor estadounidense. Quien dijo una vez que la humanidad en sus orígenes pudo estar constituida por comunidades matriarcales.
lunes
Rutas Alternas
Carolina Cardich (Lima 1979) Presenta en esta su primera individual 7 fotografías en soporte analógico, trabajadas en blanco y negro e impresas sobre digital, en las cuales explora y contrapone elementos de la metrópoli y el paisaje natural.
Las imágenes se inician con la intervención en el propio medio natural, en el cual se anteponen elementos de manera concreta, invitando al espectador a regresar la mirada a estos espacios inherentes a los que pertenece.
El tono fotográfico utilizado se vuelve un referente en el que recae la simplicidad para exponer de manera elemental las reflexiones mas profundas sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza, entre el mundo trascendente y el mundo natural.
Estas reflexiónes ahondan en el sentido de la existencia y en la de los mundos de lo visible, lo indivisible y lo invisible. Las fotografías de Cardich nos llevan hacia una meditación cercana a la imposibilidad que tiene el hombre de separarse de la naturaleza siendo por antonomasia él, pieza de la esencia natural pura.
Todas estas señales instauradas en la cotidaniedad toman un valor nuevo al confrontarlas sobre la natura, generando la voluntad y la intención de un inédito desplazamiento.
El arte de la naturaleza conocido mejor como Land-art actúa con una conciencia de dialogo en la cual pone en manifiesto el comportamiento colectivo sobre su medio ambiente, siendo parte activa de un desarrollo , de una búsqueda y de una invitación a tentar aquella mirada postergada.
La observación de los escenarios, la intervención y la captura de estos entornos mas próximos son el punto de escape que organiza el todo como un inventario y un registro en el que bosques y riberas, parques, lomas y playas son pensadas en el curso de un primigenio habitad.
El proceso creativo de artistas Land-art elementales como Richard Long o Andy Goldsworthy es siempre el registro fotográfico de lo intervenido, en el cual la práctica de orden natural es pensada hacia la definición de nuevas rutas en las que ciertamente la temporalidad surja atravesando el paisaje.
Referido todo esto hacia un reencuentro habría que dejar prontamente obrar a la naturaleza y que nuevamente nuestra orientación interior cansada de progreso nos lance a seguir la vía más certera.
©Pablo Villaizán
Lima, Marzo del 2011
miércoles
POLARIZACION EN LAS CRITICAS DE ARTE
Nadie que se considere serio en su oficio puede seleccionar “a dedo”, una muestra que ha curado, o en la que se vio enteramente involucrado con la museografía o el texto curatorial. Sería una total falta de ética el haber sido contratado por una institución cultural y luego pretender imponer que esta labor sea considerada la “mejor”; o que mereció más o que fue la más prometedora. Nada más ajeno al quehacer propio de la crítica especializada de arte, a su compromiso con los lectores. No se puede caer en esas malas prácticas por más que uno represente a cierto sector importante dentro de la escena artística limeña.
Seremos más exactos: toda esta polémica empezó con los artículos que aparecieron durante la primera quincena de diciembre en el diario El Comercio, en los que se pretendía imponer a cada evento la evaluación de un rating soso y hasta ridículo. Se comprende que cada una de las exhibiciones y propuestas sea evaluada y valorada de acuerdo a algún tipo de "barómetro" que respete las complejidades y dificultades específicas; pero no se pueden deslizar opiniones inexactas y hasta, en muchos casos, contrarias a la verdad. Mucho menos hacer afirmaciones que perjudiquen a los artistas que desearon mostrarnos con ímpetu y empuje creativo sus obras y propuestas a lo largo del año que se fue.
La valoración y selección debería hacerse, en primer término, bajo parámetros exactos y rigurosos, partiendo quizá de las opiniones de los mismos artistas, museólogos, críticos, historiadores que no estén involucrados con las muestras que se están comentando.
En la publicación de El Comercio en la sección Luces de hoy (2 de enero del 2011) se anuncia a todas "luces" y con un estruendoso título “La gran Panorámica del Año (I)”, cual entrega de un premio Grammy, sin menospreciar a este popular premio. Un diario serio como El Comercio no puede afirmar, en palabras de Élida Román, que “De las numerosas exposiciones visitadas en el año… hay olvidos y arbitrariedades”, lo que desecha de antemano cualquier juicio definitivo. Líneas atrás se puede leer que la misma crítica sugiere que las muestras que ella menciona fueron las mejores o las que tuvieron un nivel destacable. En varias de esas muestras ella estuvo directamente involucrada (las de Miró y de Calder, por ejemplo y qué decir de las del Británico), lo que no es obstáculo para que ella las nombre, dejando de lado otras que si debieron ser mencionadas (y que pretende echar al olvido de los lectores).
De la prensa cultural ciertamente puede esperarse muy poco. Cada día hay una mayor tendencia al espectáculo y a la falta de precisión; cada vez se apoya menos a los jóvenes valores o a los mismos maestros artistas que no se han alineado con los intereses del medio correspondiente, o que no se someten al gusto arbitrario del comentarista. Crítica siempre habrá y de todo tipo, con sustentos sólidos o caprichosos, según el oficio de cada especialista. Lo que no se puede negar es que el 2010 fue un año fructífero para el siempre efervescente mundo del arte peruano.
Se nos viene “La gran Panorámica del Año (II)”.
Joseph De Utia
domingo
DONDE HAY MUSICA
"...se trata del misterio esencial que conecta todas las cosas. En el corazón de aquella conexión está el color y el ritmo."
Steen C.
Las percepciones básicas del mundo
“Con la pintura, la música tiene una afinidad…, en parte a causa de la predominante interioridad de la expresión, en parte también debido al tratamiento de la materia, en el que… la pintura puede intentar aproximarse al ámbito de la música.” Hegel
Desde la Antiguedad, los músicos aprovecharon el lenguaje del color para traducir sus conceptos abstractos; no cabe duda que son múltiples los préstamos semánticos que un arte ha hecho al otro. El color (croma entre los griegos) es una palabra que se utiliza como equivalente de timbre y el adjetivo brillante es una cualidad indiscutible del color empleado por los músicos en el sentido de nitidez.
La Música y la pintura han estado siempre relacionadas entre si, ya a partir de las vanguardias de principios del siglo pasado. M.K. Čiurlionis, el primer pintor abstracto, antes de Kandinsky, llamaba a sus obras "preludios" y fugas", él era compositor también; Kandinsky quien escribió una vez a Schoenberg: "usted ha hecho realidad en su obra lo que yo ando buscando de manera incierta y con tanto anhelo para la pintura: el camino de las disonancias en el arte".
Al compositor Pierre Boulez le preguntaron una vez qué compositores le habían influido más y el respondió que las pinturas y escritos de Klee.
Henri Matisse era violinista al igual que Paul Klee, este útimo opinaba que la música y la pintura vivían en epocas distintas y que por lo tanto, eran artes desfasadas. Dado que la música ya había resuelto el problema de la abstracción en el siglo XVIII, la pintura tendría que comenzar por el barroco y superar la confusión que trajo la música programática del siglo XIX.
Muchos artistas encontraron en el lenguaje musical la pureza de la expresión a través de múltiples conceptos, como la armonía del color, el ritmo de las líneas y las formas, la representación del objeto, la situación musical en la pintura, la expresión del sonido interior creada en estado meditativo. Cada método, técnica, estilo tenía una filosofía, una teoría creada por cada artista, grupo de artistas o escuela. Esta búsqueda obligó al ejecutante a un ejercicio de introspección para entender mejor sus asociaciones sinestésicas y emocionales sobre las percepciones básicas del mundo. Muchos artistas como Kandinsky y Kupka, experimentaron esto conscientemente, con la intención de ampliar su comprensión del génesis del universo.
Las experiencias visuales y sonoras asumen en el consciente una fascinación múltiple, entre lo impronunciable y lo trascendente, cercano a experiencias difíciles de explicar o comprender, de hecho la mayoría de las veces en que un artista llega a uno o a todos estos estados, no sabe por sí mismo qué le está pasando, lo único cierto es que lo incomprensible no esta dado para ser inapreciable. Dicen que donde hay música hay prados todavía, imágenes constantes que esperan ser tomadas, con el intento de combinar los dos sentidos y ponerlos siempre en continuo dialogo.
©Pablo Villaizán
Barcelona 01 de Agosto del 2010
CACA DE ELEFANTE
Por: Mario Vargas Llosa
Domingo 12 de Diciembre del 2010
Si la exposición es verdaderamente representativa de lo que estimula y preocupa a los jóvenes artistas en Gran Bretaña, hay que concluir que la obsesión genital encabeza su tabla de prioridades. Por ejemplo, Mat Collishaw ha perpetrado un óleo describiendo, en un primer plano gigante, el impacto de una bala en un cerebro humano; pero lo que el espectador ve, en realidad, es una vagina y una vulva. ¿Y qué decir del audaz ensamblador que ha atiborrado sus urnas de cristal con huesos humanos y, por lo visto, hasta residuos de un feto?
La más inesperada y truculenta consecuencia de la evolución del arte moderno y la miríada de experimentos que lo nutren es que ya no existe criterio objetivo alguno que permita calificar o descalificar una obra de arte, ni situarla dentro de una jerarquía, posibilidad que se fue eclipsando a partir de la revolución cubista y desapareció del todo con la no figuración. En la actualidad todo puede ser arte y nada lo es, según el soberano capricho de los espectadores, elevados, en razón del naufragio de todos los patrones estéticos, al nivel de árbitros y jueces que antaño detentaban solo ciertos críticos.
El espectáculo era tan aburrido, farsesco y desolador como la exposición de la Royal Academy, pero multiplicado por cien y con decenas de países representados en la patética mojiganga, donde, bajo la coartada de la modernidad, el experimento, la búsqueda de “nuevos medios de expresión”, en verdad se documentaba la terrible orfandad de ideas, de cultura artística, de destreza artesanal, de autenticidad e integridad que caracteriza a buena parte del quehacer plástico en nuestros días.
Desde luego, hay excepciones. Pero, no es nada fácil detectarlas, porque, a diferencia de lo que ocurre con la literatura, campo en el que todavía no se han desmoronado del todo los códigos estéticos que permiten identificar la originalidad, la novedad, el talento, la desenvoltura formal o la ramplonería y el fraude y donde existen aún –¿por cuánto tiempo más?– casas editoriales que mantienen unos criterios coherentes y de alto nivel, en el caso de la pintura es el sistema el que está podrido hasta los tuétanos, y muchas veces los artistas más dotados y auténticos no encuentran el camino del público por ser insobornables o simplemente ineptos para lidiar en la jungla deshonesta donde se deciden los éxitos y fracasos artísticos.
En “Los bañistas de Asniéres” esa perfección nos maravilla –y, en cierto modo, abruma– en la quietud de las figuras que se asolean, bañan en el río, o contemplan el paisaje, bajo aquella luz cenital que parece estar disolviendo en brillos de espejismo el remoto puente, la locomotora que lo cruza y las chimeneas de Passy.
Cuando terminó este cuadro, Seurat tenía apenas 24 años, es decir, la edad promedio de esos jóvenes estridentes de la muestra Sensación de la Royal Academy; solo vivió seis más. Su obra, brevísima, es uno de los faros artísticos del siglo XIX.
La admiración que ella nos despierta no deriva solo de la pericia técnica, la minuciosa artesanía, que en ella se refleja. Anterior a todo eso y como sosteniéndolo y potenciándolo, hay una actitud, una ética, una manera de asumir la vocación en función de un ideal, sin las cuales es imposible que un creador llegue a romper los límites de una tradición y los extienda, como hizo Seurat. Esa manera de ‘elegirse artista’ parece haberse perdido para siempre entre los jóvenes impacientes y cínicos de hoy que aspiran a tocar la gloria a como dé lugar, aunque sea empinándose en una montaña de mierda paquidérmica.
Diario El Comercio/El Dominical
lunes
DE PROFUNDIS
(Behind joy and laughter there may be a temperament, coarse, hard and callous. But behind sorrow there is always sorrow. Pain, unlike pleasure, wears no mask).
Desde el abismo
Joseph De Utia, (Lima 1968) Artista visual de imágenes reconocibles con sentido para lograr una postura estética y alcanzar una crítica en las sociedad de consumo modernas presenta una serie dedicada a Oscar Wilde, en la cual explora la vida y obra del poeta y dramaturgo.
Wilde fue un esteticista por antonomasia, definiendo una actitud egocéntrica respecto a la belleza, en la cual se reducía a la contemplación al puro disfrute subjetivo, convirtiendo su objeto en simple instrumento para alcanzar el placer estético. Esteticismo y Decadencia, fueron dos tendencias de la época, cuyos manifiestos programáticos pudieron ser novelas, como El retrato de Dorian Gray y los rebuscados y artificiosos dibujos de Audrey Beardsley*, en parte, una reacción estética frente a gustos anteriores, como el Realismo naturalista, y en parte también a la afirmación de un nuevo papel moral del arte y del artista ante la sociedad.
En estrecha relación con estos enfoques hasta cierto punto, no figurativos del mundo plástico, cobra real importancia el principio del "arte por el arte", que es derivado de la visión de Kant en la cual afirmaba que el arte tenía su propia razón de ser; y como la realidad se compone de arquetipos o formas, que están más allá de los límites de la sensación, y que son los modelos de todas las cosas que existen para la experiencia humana, los objetos que los seres humanos pueden experimentar son ejemplos o imitaciones de esas formas, el artista copia el objeto experimentado o lo utiliza como modelo para su obra.
Con De Profundis, De Utia quiere elevar epistolarmente el diálogo de la creación desde su parte experimental, componiendo sensorialmente la transformación de los sentimientos, de las libertades, de la contemplación y principalmente, la del dolor, que es finalmente, el conocimiento más profundo de uno mismo, pues el sufrimiento se vuelve una exaltación para el alma y una revelación que permite alejarse de la futilidad para apreciar el mundo desde un punto de vista cercano a cuestiones universales.
©Pablo Villaizán
Barcelona, Noviembre del 2010
jueves
José Bedia es reconocido con el Primer premio de la IV Bienal Internacional de Beijing
La Bienal de Beijing se viene realizando desde el año 2003 y este año (en su cuarta edición), ha convocado hasta 81 países participantes, llegando a reunir a un total de dos mil artistas y un millón de visitantes. Convirtiéndose en una plataforma importante para el intercambio cultural a través del arte. Este año se realizó en el Museo Nacional de Arte de China (Beijing), desde el 20 de Setiembre al 10 de Octubre pasados. Como cada año, los organizadores del evento proponen un tema que unifique las propuestas presentadas, y, siguiendo esta costumbre, este año el tema fue la preocupación por el medio ambiente y la existencia humana.
Bajo este criterio, la obra de José Bedia se enmarca perfectamente, siendo actualmente uno de los principales artistas latinoamericanos que nos presenta, a través de un lenguaje pictórico intimista y sensual, la preocupación de las comunidades nativas americanas y africanas (mal llamadas primitivas), por su habitat y por mantener siempre el equilibrio entre hombre-naturaleza, generándonos una honda reflexión por nuestro papel como hombres y mujeres “civilizados” en relación al tema. La personalísima obra de Bedia, inspirada en las denominadas culturas primarias, se caracteriza por el alto nivel de síntesis y el gusto por la silueta negra portadora de fábulas de carácter sentencioso. Su propuesta, de alto sentido ético, significa una alternativa a la historia hegemónica de un Occidente agotado, proponiendo la reconciliación con nuestras raíces prístinas, allí donde el arte se reconcilia con la vida.
José Bedia se formó en la Escuela de Arte San Alejandro y en el Instituto Superior de Arte, de la Habana. Emigró a México en 1991 y a los Estados Unidos en 1993. Ha realizado exposiciones individuales en Cuba, México, Estados Unidos, Santo Domingo, Venezuela, Brasil, Perú, Panamá, España, Italia, Argentina, México, Costa Rica, Irlanda, Francia, Colombia, Filipinas y Canadá. Premios/Becas, destacados: Gran Premio, Salón de Paisaje, La Habana (1982); Finalista Premio Fundación Joan Miró, Barcelona, España (1982); Premio Instalación, 2ª Bienal de La Habana, Cuba(1986); Guggenheim Memorial Foundation Fellowship, Nueva York, Estados Unidos (1994) y Oscar B. Cintas Foundatión Fellowship, Nueva York, Estados Unidos (1997). Su obra se encuentra representada en las colecciones del: Museo de Arte Moderno, el Museo Whitney y el Museo Guggenheim de Nueva York, asi como la del Museo de Arte de Filadelfia, entre otros.
Cabe destacar que en estos momentos se esta presentando una muestra individual de pinturas de José Bedia en el IVAM, Instituto Valenciano de Arte Moderno, la misma que estará abierta al público hasta el 23 enero del 2011
domingo
A propósito de la Metamorfosis en la obra de Patricia Eyzaguirre
Este podría ser el primer paso –imprescindible-para asomarnos a la obra de Patricia Eyzaguirre. Al conversar con ella podemos rápidamente advertir que la relación que mantiene con su obra no puede ser pensada como una relación sujeto-objeto. Para empezar, habría que decir que cuando esta artista crea, no crea objetos. El grado que le otorga a lo que crea no es ese. En su caso, más que de creaciones se trata de criaturas: no se desenvuelven como objetos, se desenvuelven como seres.
Como seres, tienen un nacimiento. Acontecen, surgen. Irrumpen en el espacio-tiempo. También se modifican, cambian. Jamás los concluye: los abandona.
A través de la superposición de materia, el ocultamiento de unas formas , el surgimiento de otras, este tipo de temporalidad se manifiesta, dejándonos en claro el punto de partida: la propia experiencia.
Como ella misma nos cuenta, su proceso creativo inicia en la propia experiencia. A partir de sus vivencias, o mejor dicho, con ellas, compone, descompone, juega, crea. Nunca hace boceto. Como en la vivencia misma, no hay lugar a ensayo previo. En sus mismos procesos intervienen los materiales: lleva la oscuridad de un periodo a su pintura, cierra etapas cerrando maletas, muda de piel envolviendo en papel a una muñeca. A tal punto está integrada la obra a la vivencia que difícilmente podríamos escindirlas.
“Metamorfosis” podría ser un claro ejemplo de esto. En ella, la artista nos entrega su vivencia a través de trabajos de pintura, collage y dibujo realizados en distintas épocas. Quizás sea esto último (el que sean trabajos de distintas épocas) lo que mejor evidencie la sinceridad de la muestra. Dado que las obras ya existían y no requirieron ser creadas especialmente para ella, podemos palpar fácilmente que se trata de un proceso vivido y no creado.
Posiblemente esta apertura a los otros de algo tan intimo como este tipo de proceso nos sorprenda, pero en el caso de esta artista, el rol que juegan los otros es esencial.
Así como sus obras nacen de su propia experiencia y participan de sus procesos, estas necesitan de la interacción con el otro para seguir haciéndose, creciendo. De este modo, la importancia del dialogo espectador-obra se subraya, adquiriendo un valor fundamental para la constitución de la obra misma.
En consecuencia, lo que la obra de Patricia Eyzaguirre nos demanda no es mera contemplación sino, ante todo, participación. No nos pide ser simples espectadores sino ser espectadores-participantes, espectadores-constituyentes, en pocas palabras: intervenir en la obra misma entrando en conversación con ella. Es así como, mediante este tipo de dialogo, sus trabajos pueden volverse también nuestros, haciéndolos atravesar de esta manera la esfera de lo privado, para que, luego, ellos como seres, se transformen, se emancipen y trasciendan.
Sandra Rivera Florez
martes
De Colombia Ana Mercedes Hoyos
“Ana Mercedes Hoyos ha tomado el camino más difícil de todos, reinventar su pintura, sin apenas cambios de estilo o de temática apreciables a simple vista en el espectador, pero si existe un nuevo enfoque en el trasfondo de su pintura, sin que eso quiera decir que ha cambiado su profunda investigación en torno al mundo de la esclavitud que se inicia con la llegada de los españoles a América en el siglo XV, y el impacto que esta esclavitud ha tenido hasta nuestros días.
En otros ensayos que he escrito sobre la obra de Ana Mercedes Hoyos, menciono que el concepto y la idea están siempre presentes e intrínsecas en sus composiciones, y profundizo en el estudio y desarrollo etnográfico y antropológico, que ella ha llevado a cabo en estos más de treinta años de carrera, quiero profundizar un poco más en la idea de la contemporaneidad de su propuesta artística, contrariamente a lo que muchos otros artistas más preocupados por las tendencias y las modas del momento, y que se autoproclaman abanderados de la contemporaneidad. Detrás del trabajo de Ana mercedes Hoyos existe un trabajo de campo de muchos años, de inmersión y estudio, de preparación teórica e ideológica digna de grandes historiadores y humanistas más propias de otros tiempos pasados.
En las obras de Ana Mercedes, las palenqueras, mujeres que cada día van desde San Basilio de Palenque (el primer pueblo libre de la esclavitud en todo América) hasta las playas de Cartagena de Indias a vender frutas a los turistas; las frutas y las palanganas son conceptos radicalmente abstractos, y a su vez actores principales de sus composiciones. Sus lazos, en los que aparece otra clara conexión con el trazo de Chillida, son abstracción pura, síntesis de conceptos importantes. La luz de sus pinturas es otro elemento conceptual que emerge desde la profundidad de la obra y dota a los elementos compositivos de sus bodegones, de una vida, una magia y una atmósfera, propias de las obras de Zurbarán, sin duda otro de los maestros rabiosamente contemporáneos, que más han impactado a Ana mercedes Hoyos.”
Julio Niebla. Curador. Barcelona, octubre de 2010
domingo
CONSECUENCIAS NO LINEALES
La línea como elemento básico del dibujo guarda en sí infinitas posibilidades. Muchas veces se asume tan sólo como el primer paso para la composición sin antes reparar que dicho elemento también puede convertirse en el protagonista de esta. Consecuencias Lineales nace de una reflexión sobre la línea como recurso artístico a partir de los casos de tres jóvenes artistas: Jairo Robinson, Guillermo Ayala Jacobs y Julius Sobrino. Cada uno de ellos, empleando medios distintos, nos muestran múltiples maneras de usar este recurso, con diversas consecuencias: Jairo Robinson a través de la pintura, Guillermo Ayala Jacobs por medio del diseño digital, y Julius Sobrino mediante el dibujo a mano alzada y retoque digital.
Poseedores de lenguajes plásticos disímiles, cada uno de estos artistas ha desarrollado una manera muy propia de integrar la línea a su trabajo. Jairo Robinson alterna líneas de distinto grosor para generar una multiplicidad de planos en sus composiciones geométricas, logrando, de esta manera, efectos de profundidad y movimiento. Guillermo Ayala Jacobs, remitiéndonos claramente al Op-Art, hace emerger lúdicamente a la forma gracias a un juego visual que implica una bien pensada combinación de líneas, espacios y tiempos. Por su parte, Julius Sobrino, utilizando tan sólo variaciones de intensidad y dirección en la línea, brinda a sus dibujos volumen, textura y movimiento.
Nos ubicamos, de este modo, ante el despliegue técnico y conceptual que el manejo de un recurso básico ha dado origen, invitándonos no sólo a contemplar dicho suceso sino también a hacernos parte y preguntarnos desde lo acontecido, aquello que está por acontecer.
Sandra Rivera Florez
ZENSUALIDAD DE CARLA CHAVEZ KELLER
“Escribo desde nuestro lenguaje, nuestras desarticulaciones… ser mujer es mi campo.”
Marcela Serrano
Zen-sualidad es la décima muestra individual de la artista plástica Carla Chávez Keller, quien a partir de un acontecimiento que marco su vida, hace una reflexión y replantea su condición de mujer en esta sociedad enfrentándose a sus propios recuerdos ella decide, reconocer enfrentar y redescubrir su cuerpo, su sensualidad y por que no decirlo su sexualidad, Carla se reinventa y además da una mirada a las diferentes culturas que aparentemente son distintas, pero están unidas con el común del genero.
Chávez Keller nos tiene acostumbrados a sus bellos paisajes de la serranía del Perú y las puestas de sol de su querido Tumbes, verla en esta nueva etapa de su pintura es mas que una referencia estética, nos invita a una meditación profunda sobre la manera de como las mujeres manejamos nuestro cuerpo, y vamos llegando a los 40s volviéndonos mas seguras, mucho mas intensas en todo el sentido de la palabra, a veces este cuerpo femenino que albergo en su vientre la maternidad dejando huellas que se establecen como un rictus que nos acompaña a través de los años volviéndolo mas interesante y atractivo. Selene Cixous, plantea que la mujer tiene que escribir: “sobre si misma sobre su cuerpo e incrustarse dentro de su propia historia y dejar constancia genérica-sexual.” Chávez lo hace a través de su leguaje plástico.
Chávez Keller ha tomado su pintura como una herramienta y un pretexto para hacernos entender que podemos despojarnos de los temores y mostrarnos con natural sensualidad, con desenfado y hasta con actitud de entrega en muchas ocasiones y que esta condición no se contradice con ser luchadora, guerrera, escritora, madre, hermana, amiga y compañera.Zen-sualidad es una muestra que vale la pena observar con atención y así poder entender los lenguajes y la magia del cuerpo femenino.
Esther Oblitas Vallejo