miércoles

Vida, Cielo, Mar y Naturaleza de Clavel Mera

La vida del hombre post-moderno ha sido diseñada para resolver y aliviar gran parte de sus problemas inmediatos. Este paradigma en donde prima el principio de vivir el presente ha avanzado velozmente, la constante evolución tecnológica no solo ha perfeccionado nuestra existencia, también ha alterado nuestro ritmo de vida, el cual se acelera cada vez más automatizando al individuo, con cierta dosis de negación existencial. Absorbidos por esta vorágine, hemos sido despojados de ciertos rituales antes acostumbrados y ahora poco valorados como detenernos a leer un libro, caminar, disfrutar de la naturaleza [incluso reflexionar]. Todo este proceso involutivo se evidencia en nuestro panorama actual.

En Vida, Cielo, Mar y Naturaleza Clavel Mera plasma con particular estilo el resultado final de nueve meses de estudio sobre estos elementos vitales, el cual obedece a un proceso de constante búsqueda pictórica y conceptual, la artista elabora una reflexión que se sustenta en dos modalidades discursivas. Por una parte la pintura de Clavel emite un mensaje recurrente que promueve la conexión básica del hombre con lo natural, a primera impresión su obra nos produce goce estético y al observarla podemos sentir en estos soportes de mediano formato toda la calma que nos ofrece el contacto con la naturaleza, gracias a una acertada técnica. Pero también percibimos en su formato cierta división, esta observación nos permite conceptualizar el eje temático de la artista que señala: “vivimos rodeados de todo esto, pero lo vemos como algo tan natural, mirando sin verlos realmente”.

La propuesta artística Vida, Cielo, Mar y Naturaleza, expuesta en la galería de arte: YACANA ARTE & ROCK BAR, ubicada en el centro histórico de Lima, ejecuta un ritual a modo de reflexión, en el cual el tiempo se detiene y el espacio absorbe toda la vitalidad que la obra de Clavel irradia, rescatando así la experiencia de interrelacionarnos y volver a ciertos rituales algún tiempo atrás cotidianos.

Curaduría
Edith De la Cruz

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