domingo

CARLOS RUNCIE TANAKA Y LA PARABOLA DE ZEN EN EL C. C. PERUANO JAPONES

A la luz de la antigua parábola zen del niño pastor que pierde a su buey y va en su busca, y al hallarlo yrecuperarlo alcanza la iluminación, Carlos Runcie Tanaka, en esta exposición, identifica y persigue las huellasque el Japón ha dejado en su imaginario y, por ende, en su creación artística. El artista las hace visibles através de una selección de objetos (cerámicos y otros), instalaciones, registros en fotografía y creaciones envideo, de los últimos 15 años. Varios de ellos no han sido nunca antes vistos en el Perú.Para llegar al corazón de este Japón de la memoria y de la imaginación, el artista ha despertado recuerdos ysímbolos personales, que viven entrelazados a sus trabajos y le permiten indagar en la naturaleza de surelación con el país y su cultura.En la poética visual de Runcie Tanaka, las obras presentan la dimensión humana, a la altura del desafío deexistir. La persona posee dos manos y en una construcción simbólica, si van unidas a su cerebro y su corazón,no necesita más. El plegado del cangrejo de origami es clave para que el artista pueda situar la identidadcultural como juego y aprendizaje. La migración se describe casi como espuma en una cartografía, queespecula qué es lo que se lleva consigo y qué significa frente a lo que queda atrás. Una obra rinde homenaje ala niña Sadako, sobreviviente de Hiroshima, que esperanzada en su sanación puso su fe en el hacer tsurus.Otra, entraña el respeto reverente a los ancianos como modelos. Un par de obras encarnan el vínculo a la vidaque se renueva en el culto al ancestro familiar. En una instalación a manera de nube, los cangrejos se pierdende vista y reaparecen y de la visión oscilante emerge un todo frágil: una tela de araña que sobrevive a sutejedora pero no por mucho tiempo. Por último, Mimi Nashi Hoichi es una figura mítica (y casi tutelar)recobrada para proyectar el enigma del artista en el mundo.Estos trabajos portadores de huellas comunican la fuerza con la que su breve formación japonesa caló en él. El atisbo en el que vio que el tornear el barro y el aprender a vivir eran una misma aventura en la profundidad del ser.

Jorge Villacorta Chávez,Lima, 2007

Escuchar noticia Audio escuchado 45 veces

No hay comentarios: