Una mirada diferente, que revisa el pasado textil de nuestras antiguas culturas prehispánicas y lo acerca a la plástica contemporánea, sintetiza el arte de Pancho Basurco. Su apuesta por la continuidad de la ancestral práctica textil –aunque sus técnicas sean contemporáneas, le llevó a investigar durante 10 años diversos materiales, iconografías y diseños, descubriendo en el yute la capacidad expresiva que más se ajusta a sus necesidades artísticas. Esta tela, poco considerada como soporte entre la mayoría de artistas, presenta una superficie rica en texturas de vital importancia en la obra de Basurco. Tocapus, como lo indica su nombre, reúne una selección de 10 obras que aluden a aquellos diseños cuadrados propios de la iconografía Inca, considerados como patrones o módulos de diseño que pueden modificarse infinitamente. Además, algunos estudiosos los han interpretado como un tipo de escritura vinculado a una cosmovisión particular. Basurco diseña sus propios tocapus, desarrollando diferentes ritmos de color y volúmenes en composiciones ensambladas de medianos y grandes formatos. Un aspecto que caracteriza su obra es la importancia del tiempo que demanda el proceso técnico en sí, entendiendo que la transformación del material requiere de una paciente y ardua constancia por parte del artista. De este modo, Pancho Basurco nos invita a descubrir en Tocapus una obra inspirada en nuestro gran legado textil pero cargada de nuevas posibilidades aplicadas al presente. Desde su regreso a Lima en el 2001 hasta la fecha, afianza el proyecto Perú Precolombino consiguiendo exhibir más de 70 de sus obras en Miami, Washington, La Haya, Ginebra, Ámsterdam, Madrid, Delft, Bonn y París. Tocapus es su primera muestra individual en Lima.
Valeria Quintana Revoredo
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