domingo

DONDE HAY MUSICA


"...se trata del misterio esencial que conecta todas las cosas. En el corazón de aquella conexión está el color y el ritmo."

Steen C.

Las percepciones básicas del mundo

“Con la pintura, la música tiene una afinidad…, en parte a causa de la predominante interioridad de la expresión, en parte también debido al tratamiento de la materia, en el que… la pintura puede intentar aproximarse al ámbito de la música.” Hegel


Desde la Antiguedad, los músicos aprovecharon el lenguaje del color para traducir sus conceptos abstractos; no cabe duda que son múltiples los préstamos semánticos que un arte ha hecho al otro. El color (croma entre los griegos) es una palabra que se utiliza como equivalente de timbre y el adjetivo brillante es una cualidad indiscutible del color empleado por los músicos en el sentido de nitidez.

La Música y la pintura han estado siempre relacionadas entre si, ya a partir de las vanguardias de principios del siglo pasado. M.K. Čiurlionis, el primer pintor abstracto, antes de Kandinsky, llamaba a sus obras "preludios" y fugas", él era compositor también; Kandinsky quien escribió una vez a Schoenberg: "usted ha hecho realidad en su obra lo que yo ando buscando de manera incierta y con tanto anhelo para la pintura: el camino de las disonancias en el arte".

Al compositor Pierre Boulez le preguntaron una vez qué compositores le habían influido más y el respondió que las pinturas y escritos de Klee.

Henri Matisse era violinista al igual que Paul Klee, este útimo opinaba que la música y la pintura vivían en epocas distintas y que por lo tanto, eran artes desfasadas. Dado que la música ya había resuelto el problema de la abstracción en el siglo XVIII, la pintura tendría que comenzar por el barroco y superar la confusión que trajo la música programática del siglo XIX.

Muchos artistas encontraron en el lenguaje musical la pureza de la expresión a través de múltiples conceptos, como la armonía del color, el ritmo de las líneas y las formas, la representación del objeto, la situación musical en la pintura, la expresión del sonido interior creada en estado meditativo. Cada método, técnica, estilo tenía una filosofía, una teoría creada por cada artista, grupo de artistas o escuela. Esta búsqueda obligó al ejecutante a un ejercicio de introspección para entender mejor sus asociaciones sinestésicas y emocionales sobre las percepciones básicas del mundo. Muchos artistas como Kandinsky y Kupka, experimentaron esto conscientemente, con la intención de ampliar su comprensión del génesis del universo.

La música siempre ha encerrado en su terreno, emociones de un momento vivido que, finalmente, emanado y disperso se almacena en la memoria, esta encuentra total disposición de emerger cuando aquella tonada resuene nuevamente y sume el conocimiento del pasado con el del presente; para las artes, nutridas entre ellas, la música no es un equivalente de sonidos en color, sino también el de una emoción profunda, sublime e intuitiva que expresa los cambios anímicos de la vida moderna.

Las experiencias visuales y sonoras asumen en el consciente una fascinación múltiple, entre lo impronunciable y lo trascendente, cercano a experiencias difíciles de explicar o comprender, de hecho la mayoría de las veces en que un artista llega a uno o a todos estos estados, no sabe por sí mismo qué le está pasando, lo único cierto es que lo incomprensible no esta dado para ser inapreciable. Dicen que donde hay música hay prados todavía, imágenes constantes que esperan ser tomadas, con el intento de combinar los dos sentidos y ponerlos siempre en continuo dialogo.

©Pablo Villaizán

Barcelona 01 de Agosto del 2010


1 comentario:

David Cotos dijo...

La música lo mejora todo, pero hay que saber escogerla.