Por fin un diario como Perú 21 publica, gracias a la poeta Giovanna Pollarolo, un breve e interesante balance de la gestión de Cecilia Bákula, una especie (en extinción) de beata ilustrada cuyo único mérito en el INC ha sido cambiarle, en dos oportunidades y en
menos de un año, el contenido de esas siglas: de Instituto Nacional de Cultura pasó a ser de "Censura" y ahora, ante las evidencias de que dicha institución ha sido tomada por santurrones, inquisidores, reprimidos (y reprimidas, o sea las ciguapas de siempre) y toda suerte de tartufos, en Instituto Nacional de "Culto".
La idea no viene mal si tenemos en cuenta unos hechos francamente patéticos. Con una frecuencia que no podría precisar pero que, al menos, se produce una vez por semana, los señalados tartufos del INC (a) "altos funcionarios" se reúnen en el 8º piso del Museo de la Nación, en un ambiente ubicado frente a la dirección nacional, donde se ha construido una lujosa capilla con dinero de no sé qué partida (se dice que el Programa Qhapaq Ñan ha pagado el pato). Allí, devotísimos y perdidamente sobones, con la "Condesa" por delante, se agachan a rezar con la cara al suelo y el culo levantado (mismo Hizbollah) en busca de la eficiente gestión institucional que hasta ahora no la ven, pese a los esfuerzos del altísimo, y con ese nombre no me refiero necesariamente a Alan García.
El otro hecho es reciente. El pasado viernes 21, una orden de Bákula hizo bajar a todo el personal a participar de una misa en el Auditorio Los Inkas del MN. Esa mañana se ofrendó a los cielos de Cipriani, Rey Rey y "Natzinger", entre otros santos varones que lguna vez serán elevados a los altares o, mínimo, serán profetas, se ofrendó –decía– el TUPA!!!
Como lo leen: se ofreció al señor de los temblores (o a cualquiera de los demás alias que adopta el hijo de papalindo) nada menos que el Texto Único de
Procedimientos Administrativos, un documento puramente administrativo y aburridísimo que, para el caso del INC, es desde ahora una pieza sagrada, y me imagino que para consultarla habrá que ponerse de rodillas…
Así que, lindísima gente del INC –donde dejé unos años de mi vida y algún amor que me pagó tan mal–, de ahora en adelante cada vez que consulten el TUPA, a ponerse de rodillas, no vaya a ser queden seleccionados como candidatos a la próxima hoguera...
Por mi parte solo me queda decir ¡San TUPA, devuélveme la fe perdida y quédate con todo lo demás!
(Bromas aparte, nunca como ahora el INC ha estado tan mal. Ni en las "mejores" épocas del "Arberto" –que para la cultura fueron muy malas, recuérdese que tenía planes de privatizar Machu Picchu– se ha visto una institución tan a la deriva, sin iniciativa y, lo que es peor, copada por miembros de sectas ( Opus Dei, Avanzada Católica y quién sabe qué otras) cuya visión de la cultura es absolutamente incompatible con una sociedad moderna y realmente democrática, que por lo demás este gobierno no representa en ningún ámbito).
menos de un año, el contenido de esas siglas: de Instituto Nacional de Cultura pasó a ser de "Censura" y ahora, ante las evidencias de que dicha institución ha sido tomada por santurrones, inquisidores, reprimidos (y reprimidas, o sea las ciguapas de siempre) y toda suerte de tartufos, en Instituto Nacional de "Culto".
La idea no viene mal si tenemos en cuenta unos hechos francamente patéticos. Con una frecuencia que no podría precisar pero que, al menos, se produce una vez por semana, los señalados tartufos del INC (a) "altos funcionarios" se reúnen en el 8º piso del Museo de la Nación, en un ambiente ubicado frente a la dirección nacional, donde se ha construido una lujosa capilla con dinero de no sé qué partida (se dice que el Programa Qhapaq Ñan ha pagado el pato). Allí, devotísimos y perdidamente sobones, con la "Condesa" por delante, se agachan a rezar con la cara al suelo y el culo levantado (mismo Hizbollah) en busca de la eficiente gestión institucional que hasta ahora no la ven, pese a los esfuerzos del altísimo, y con ese nombre no me refiero necesariamente a Alan García.
El otro hecho es reciente. El pasado viernes 21, una orden de Bákula hizo bajar a todo el personal a participar de una misa en el Auditorio Los Inkas del MN. Esa mañana se ofrendó a los cielos de Cipriani, Rey Rey y "Natzinger", entre otros santos varones que lguna vez serán elevados a los altares o, mínimo, serán profetas, se ofrendó –decía– el TUPA!!!
Como lo leen: se ofreció al señor de los temblores (o a cualquiera de los demás alias que adopta el hijo de papalindo) nada menos que el Texto Único de
Procedimientos Administrativos, un documento puramente administrativo y aburridísimo que, para el caso del INC, es desde ahora una pieza sagrada, y me imagino que para consultarla habrá que ponerse de rodillas…
Así que, lindísima gente del INC –donde dejé unos años de mi vida y algún amor que me pagó tan mal–, de ahora en adelante cada vez que consulten el TUPA, a ponerse de rodillas, no vaya a ser queden seleccionados como candidatos a la próxima hoguera...
Por mi parte solo me queda decir ¡San TUPA, devuélveme la fe perdida y quédate con todo lo demás!
(Bromas aparte, nunca como ahora el INC ha estado tan mal. Ni en las "mejores" épocas del "Arberto" –que para la cultura fueron muy malas, recuérdese que tenía planes de privatizar Machu Picchu– se ha visto una institución tan a la deriva, sin iniciativa y, lo que es peor, copada por miembros de sectas ( Opus Dei, Avanzada Católica y quién sabe qué otras) cuya visión de la cultura es absolutamente incompatible con una sociedad moderna y realmente democrática, que por lo demás este gobierno no representa en ningún ámbito).
http://www.peru21.com/p21impreso/Html/2007-12-25/imp2cultura0830077.html
Saludos,
Guillermo Rebaza
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Guillermo Rebaza
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